El Templo Expiatorio de Guadalajara: joya neogótica en México

Sin duda se trata de un ícono arquitectónico, un referente para Guadalajara y todo México, ¡sí!, estamos hablando de la Basílica del Santísimo Sacramento o, mejor conocido como Templo Expiatorio.

Pero ¿qué tanto conoces del Expiatorio de Guadalajara?, conoce a continuación parte de su historia y descubre porqué es uno de los recintos religiosos consentidos por nacionales y extranjeros, ¡acompáñanos!

La historia del Expiatorio

Se tiene registro que desde el siglo XIX se creó una comisión especial que se encargaría de construir el templo. El entonces arzobispo de la ciudad, Pedro Loza y Pardavé y la comisión lanzaron un concurso entre ingenieros y arquitectos para lo que se convertiría en el Expiatorio.

Se seleccionó al proyecto del famoso arquitecto italiano, Adamo Boari, quien también estuvo involucrado en la planeación del Palacio de Bellas Artes – otro referente arquitectónico – y el Palacio del Correo Mayor, estos dos últimos en la Ciudad de México.

¿Puedes creer que su construcción inició en 1897 y no terminó hasta 1972? ¡Fueron 75 años en total!, increíble.

Esto se debió en parte a que, durante su edificación, se vivió la Revolución Mexicana, lo que provocó que los trabajos se vieran afectados por la crisis económica y también cierta persecución religiosa por esos años.

El proyecto pasó a manos de varios arquitectos e ingenieros hasta que en la década de los setenta culminó su construcción.

Un templo de estilo neogótico

El Expiatorio está conformado mayoritariamente por piedra tallada, una técnica que se empleaba en la Edad Media, con grandes puertas de madera, figuras de bronce y enormes vitrales, además de contar con pinturas a manos de expertos.

Una de las características más llamativa del Templo Expiatorio es su reloj, el cual cuenta con un carrillón musical el cual a las 9 am, 12 pm y 6 pm peregrinan figuras de los doce apóstoles de Jesús mientras se hacen sonar las campanas.

El reloj – de fabricación alemana – fue un regalo en 1969 de don Pablo Horn, de cuatro carátulas las cuales son iluminadas cada noche.

Se considera al Templo Expiatorio como la máxima obra de estilo neogótico de México, su estilo medieval tiene un ligero parecido a la Catedral de Orvieto en Italia, a partir de sus altas bóvedas y grandes rosetones, los cuales puedes identificar como las ventanas circulares.

Todo ello convierte al templo en una visita obligada, tanto para las personas religiosas como para los amantes de la arquitectura y el arte sacro.

Una visita religiosa y gastronómica

Además del gusto estético y la conexión religiosa que ofrece el Expiatorio, en su explanada conviven el entretenimiento y una gran variedad gastronómica: pasteles, elotes, aguas frescas, tacos, hamburguesas y hasta platillos veganos. Por si fuera poco, existen un gran número de restaurantes, cafés y bares en las calles aledañas para saciar todo tipo de antojos.

La zona también ofrece diversas opciones culturales como el Museo de las Artes (MUSA) a su costado o películas de diferentes latitudes en el Cineforo de la Universidad de Guadalajara que se encuentra a unos cuantos metros del Expiatorio.

¿Y por qué se le llama Expiatorio?

Como te comentábamos párrafos atrás, el nombre oficial es el de Basílica del Santísimo Sacramento. No obstante, en 1906 al recinto se le otorgan las atribuciones de expiación es decir, la posibilidad de realizar ceremonias en las cuales se busca la reparación de pecados, así como la reconciliación del hombre con Dios, desde el punto de vista católico.

Por esto y por amor y tradición, todos lo conocen y se refieren a él simplemente como Templo Expiatorio.

Ahora que conoces un poco más y sobre todo, porque te interesa la historia o arquitectura, ¿cuándo visitas Guadalajara?, se dice que si vienes a la Perla Tapatía y no pasas por el Expiatorio es como si no hubieses visitado, ¿cómo ves? Recuerda que Jalisco es México.